¡Qué segura está la Iglesia!, protegida y salva ya
1.
¡Qué segura está la Iglesia!, protegida y salva ya:
Dios su muro de defensa,
Dios morando siempre en ella,
¿Quién la puede condenar?
Estribillo:
¿Quién nos puede condenar,
Si Cristo el Señor por nosotros está?
¿Quién nos puede condenar
Si Cristo el Señor cual Abogado está?
2.
¡Qué feliz ya es la Iglesia! y ¡qué rica en el Señor!
Él la ampara en su flaqueza,
La enriquece en su pobreza
El tesoro de su amor.
¿Quién nos puede condenar, etc.
3.
Fiel socorro da a la Iglesia, en los días de aflicción.
La consuela en su tristeza,
Es su luz y su firmeza,
Todo cambia en bendición.
¿Quién nos puede condenar, etc.
